Seguro que al leer el título habéis pensado en arañas venenosas, o serpientes o tal vez una medusa urticante que produce parálisis, se me ocurren muchísimos ejemplos de animales que suponen un peligro para los humanos. Eso sí, la mayoría de nosotros no vamos a encontrarnos con ninguno de ellos jamás.
Sin embargo la especie que yo creo que es la más peligrosa del mundo es……redoble de tambores….los humanos. Somos los mayores causantes de la pérdida de biodiversidad que existe. Hay datos que indican que la actual extinción de especies está entre 100 y 1000 veces la tasa natural de extinción. No hay certeza de que este dato sea muy fiable, pero podemos encontrar algunas pruebas de que los humanos somos un peligro para la vida en el planeta, incluida la nuestra.
Con nuestras acciones, con lo poco cuidadosos que somos con la naturaleza y nuestra bien conocida estupidez, es posible que acabemos con muchas especies que existen. Estamos dañando la biodiversidad del planeta. Y lo peor de todo es que los más perjudicados vamos a ser nosotros mismos.
La biodiversidad se define como la variedad de vida en todas sus formas. Comprende el número de especies, su variación genética y la interacción de estas formas de vida dentro de ecosistemas complejos.
Con esta definición clara de lo que implica biodiversidad los científicos advirtieron en 2019 que un millón de especies, del total estimado de ocho millones, están en peligro de extinción. Muchas de ellas podrían extinguirse en unas décadas según un informe de la ONU.
Desde nuestro punto de vista somos lo más “top” dentro de la naturaleza, sin embargo nos olvidamos de que formamos parte de ella y que cualquier alteración en su equilibrio nos afecta.
La biodiversidad es muy importante ya que los ecosistemas con buena salud nos aportan muchos elementos que, generalmente, damos por sentado que nos pertenecen y que los podemos manipular a nuestro antojo. Se nos suele olvidar que las plantas convierten la energía del sol y la ponen a disposición de otras formas de vida de las que nosotros sacamos provecho. No hay organismo, por pequeño sea, que no tenga su importancia ya que, por ejemplo, las bacterias y otros organismos vivos descomponen la materia orgánica creando nutrientes para las plantas y generando un suelo sano para que puedan crecer. Las abejas, que son las polinizadoras por excelencia, son esenciales en la reproducción de las plantas, lo que garantiza nuestra producción de alimentos. Pero las cosas no acaban aquí, ya que las plantas, junto con los océanos, actúan como grandes sumideros de carbono. Tampoco debemos olvidar que el ciclo del agua depende en gran medida de los organismos vivos.
En resumen, la biodiversidad nos proporciona aire limpio, agua dulce, suelos de buena calidad y polinización de cultivos. Nos ayuda a combatir el cambio climático y adaptarnos a él, y reduce el impacto de los peligros naturales. Vamos, que sin la biodiversidad no somos nada.
Los organismos vivos interactúan en ecosistemas dinámicos, en los cuales unos organismos se relacionan con otros. Por lo tanto la desaparición de una especie puede tener un impacto de gran alcance en la cadena alimentaria. Es imposible saber exactamente cuáles serían las consecuencias de las extinciones en masa para los humanos. Si me lo preguntáis a mí os diría que no pinta bien, ya que la diversidad de la naturaleza nos permite prosperar, avanzar y nos ha dado todo lo que tenemos y somos. Sólo nos queda aprender que debemos cuidarla para no llegar a situaciones que no tengan vuelta atrás.
Relacionado con el hecho de que los humanos somos el peor enemigo de la biodiversidad me he acordado de la primera vez que oí la palabra ECOCIDIO. Un día oyendo hablar de la Isla de Pascua la descubrí. La verdad es que me impactó. Se define ecocidio como:
"cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existen grandes posibilidades de que cause daños graves, extensos o duraderos al medio ambiente"
Es posible que penséis que no es tan grave pero por si os queda alguna duda de que llevamos años cometiendo este tipo de delitos os dejo un breve resumen de los que ya han quedado escritos en la historia:
1. Accidente de Chernobil
2. Vertido del Deepwater Horizon
3. Desforestación del Amazonas
4. Isla de plástico en el Pacífico
5. Desaparición del mar de Aral
6. Sobreexplotación del rio Niger.
Según los expertos, las consecuencias de los desastres ambientales son enormes, tanto para la propia naturaleza como para las personas. En el medio ambiente ocasionan pérdida de biodiversidad, empobrecimiento de los suelos, agotamiento de recursos naturales o destrucción de ecosistemas, además de impulsar el cambio climático. En lo que se refiere a las personas, pueden provocar desplazamientos de población, inseguridad alimentaria o problemas de salud. De hecho, el daño medioambiental es el riesgo más preocupante a largo plazo según el Informe de Riesgos Globales 2021 del Foro Económico Mundial.
Así que la próxima vez que oigáis eso de “salvemos al planeta”, pensad que igual es mejor cambiarlo por: “salvémonos, salvando al planeta”.
Referencias:
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