Ser铆a muy bonito que la mitad del planeta se mantuviera alejado de acciones humanas, salvaje y perviviendo por s铆 mismo, sin ser modificado. 脡sta es la intenci贸n del programa Half Earth. El ide贸logo de tama帽a empresa es el bi贸logo E.O. Wilson que a lo largo de su vida se ha preocupado por crear programas que mantengan a salvo la biodiversidad del planeta. El objetivo del proyecto consiste en crear 谩reas donde las especies puedan pervivir sin ser amenazadas por la mano humana.
Se tratar铆a de crear zonas que pueden ser de extensi贸n variable, a lo largo y ancho del planeta, con la posibilidad de crear corredores ecol贸gicos para que las especies pudieran migrar de una zona a otra. En estos espacios la flora y la fauna proliferar铆an sin intervenci贸n humana.
El origen de este modelo de Wilson est谩 basado en una teor铆a creada en la d茅cada de los 60 junto al ec贸logo Robert MacArthur llamada biogeograf铆a de islas. En esta teor铆a se entiende isla como un h谩bitat propicio para cualquier especie rodeado de un entorno que no lo es. La teor铆a sostiene que los h谩bitats m谩s grandes y diversos dar铆an a las especies una mejor oportunidad de sobrevivir.
A lo largo de la historia de la humanidad hemos ido conquistando o, tal vez invadiendo, los h谩bitat naturales de muchas especies y nos quedan pocos espacios libres de humanos. En algunos casos obligando a las especies a desplazarse hacia otro lugar, en otras ocasiones eliminando por completo su h谩bitat y, por ende, la especie. Los humanos dejamos huella all铆 por donde pasamos. Sin embargo, en muchas ocasiones, no somos consciente de que nuestras huellas no desaparecen sino que se perpet煤an y modifican el entorno.
¿C贸mo actuamos ahora que ya hemos dejado una huella imborrable en muchos lugares? Puede que con el proyecto de Wilson consigamos mejorar nuestro entorno y, de paso, nuestras condiciones de vida. Es obvio que no podemos reintegrar a la naturaleza todo lo que le hemos quitado, pero si podemos hacer algo para mejorar lo que queda y no deteriorarlo m谩s.
Precisamente la propuesta que desde la fundaci贸n de Wilson se lanza para revertir esta huella consiste en detallar aquellas 谩reas en la que se debe establecer una zona protegida y, con ello, intentar salvaguardar la biodiversidad. Su proyecto supone lograr que la mitad de la superficie de la Tierra estuviera protegida.
El proyecto es precioso, espectacular y estoy convencida de que no s贸lo salvar铆a a otras especies de nuestras acciones sino que tambi茅n nos permitir铆a a nosotros recuperar parte del entorno que ya hemos da帽ado as铆 como frenar el cambio clim谩tico y, tal vez, frenar la sexta extinci贸n.
Sin embargo tengo la sensaci贸n de que esto no es tan f谩cil de lograr. Os suelo decir en ocasiones que el papel lo soporta todo: grandes proyectos, buenas intenciones, planes a largo plazo…pero ¡no! Lamentablemente en la teor铆a no se contemplan o se perciben de una forma ben茅vola las pol铆ticas ego铆stas de gobiernos y naciones que ponen en segundo plano la conservaci贸n de la biodiversidad y que priman aspectos econ贸micos.
El capitalismo y el consumismo salvaje que impera en el mundo junto, con el ego铆smo humano en general y de los pol铆ticos en particular, hacen que muchas de las medidas que podr铆amos tomar para mejorar nuestro entorno queden practicamente descartadas desde el principio.
La primera dificultad que veo para conseguir lo que Wilson plantea es la diferencia en el desarrollo de las naciones. No todas ellas est谩n en el mismo punto en su crecimiento y desarrollo. Las naciones m谩s desarrolladas, en general, lo han logrado aprovechando los recursos al m谩ximo durante sus periodos de industrializaci贸n. Es posible que estas mismas naciones s铆 perciban el proyecto como una opci贸n clara de mejora, ya que su desarrollo econ贸mico ya est谩 planificado y sigue una buena marcha. Probablemente perciban que el siguiente objetivo sea una mejora de las condiciones medioambientales. Las naciones m谩s ricas pueden invertir en programas de mejora, en pol铆ticas para la protecci贸n del medioambiente y, por supuesto, en investigaci贸n para el desarrollo de energ铆as renovables. Se debe principalmente a que su desarrollo usando el modelo capitalista b谩sico de crecimiento ya ha funcionado y, por lo tanto, el siguiente paso es superar este modelo. Aunque en ning煤n caso esto significa que lo tengan previsto o que deseen hacerlo.
¿Qu茅 pasa con las econom铆as emergentes o con los pa铆ses en desarrollo? Todav铆a no han alcanzado el mismo punto de crecimiento. De hecho, es posible que se est茅n basando en modelos de crecimiento de 茅pocas de industrializaci贸n masiva, con un uso indiscriminado de los recursos a su alcance. Tengo la impresi贸n de que frenar su crecimiento para desarrollar programas de mejora del entorno no es viable. No creo que haya naciones dispuestas a frenar sus posibilidades de crecimiento para favorecer a naciones m谩s ricas que ya han conseguido sus objetivos de desarrollo.
Tenemos que considerar, adem谩s, que las naciones no est谩n aisladas unas de otras. Vivimos en un mundo globalizado en el que estas relaciones internacionales son asim茅tricas. Las naciones ricas sobreexplotan a las pobres esquilmando sus recursos, en muchos casos haciendo en aquellas lo que no quieren hacer en las suyas. De hecho, se aprovechan del crecimiento de las naciones m谩s pobres para sacar ventaja econ贸mica.
A esto hay que a帽adir que algunas naciones est谩n en procesos de desarrollo y competencia tan salvaje que no tienen ning煤n problema en crear proyectos de crecimiento basados en modelos capitalistas obsoletos que en los pa铆ses m谩s ricos se est谩n dejando de lado, ya que suponen degradaci贸n del entorno y el ecosistema. Me refiero al uso del carb贸n y combustibles f贸siles, a deforestaci贸n para crear tierras de cultivo o pastos para alimentar a una poblaci贸n en aumento.
Si a lo anteriormente descrito sumamos la poca capacidad de las organizaciones supranacionales para crear sinergias y para imponer ciertas medidas, tenemos un escenario que complica poner en pr谩ctica medidas para preservar la biodiversidad y el entorno. Los organismos internacionales crean planes, presentan medidas e informes que normalmente no tienen respuesta en las pol铆ticas nacionales. En ocasiones se intentan implementar pero no hay ni obligatoriedad, ni vigilancia y, en muy pocas ocasiones, sanciones…traducci贸n: cada uno hace lo que le da la gana.
Seguro que cre茅is que soy pesimista con respecto a la pol铆tica mundial, s铆, ten茅is raz贸n, no conf铆o nada en los actuales gobiernos de las naciones y mucho menos en los integrantes de muchos de ellos. Soy fiel seguidora de Maquiavelo y Hobbes 馃槈, y aunque me encantar铆a pensar que se puede confiar en los gobiernos para implantar pol铆ticas mundiales para frenar el cambio clim谩tico y para preservar la diversidad…los veo m谩s en un modelo de inversi贸n para la colonizaci贸n del espacio exterior. Me cuadran m谩s las pol铆ticas de abandono del tipo “ya no lo puedo arreglar as铆 que me voy a otro sitio a empezar” que modelos en las que se comtemplen estilos de “vamos a arreglar lo que hemos estropeado”.
Me encantar铆a que el modelo del 50% de la Tierra ocupada para preservar la biodiversidad se impusiese y que las naciones y los ciudadanos tom谩ramos en serio las medidas para hacerlo pero no conf铆o mucho en la bondad humana y mucho menos en su altruismo. Creo, adem谩s, que en muchas ocasiones percibimos los problemas que nos puede acarrear el cambio clim谩tico como algo lejano en el tiempo y tengo la impresi贸n de que entre la poblaci贸n esta percepci贸n lleva a la inacci贸n.
Espero que los m谩s j贸venes tengan una visi贸n diferente al respecto y que s铆 puedan dejar el planeta mejor de lo que se lo han encontrado. Adem谩s ten茅is que tener en cuenta que 茅sta es s贸lo mi opini贸n y que, si os digo la verdad, es de las pocas ocasiones en las que me encantar铆a no tener raz贸n.馃槈
Referencias:
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