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Nueva museología

La ciencia avanza al igual que la sociedad y, por extensión, los museos que han tenido como objetivo mostrar la historia o la ciencia a la población también deben hacerlo. Hace unos años surgió una nueva museología, una forma distinta de entender el funcionamiento y la filosofía de trabajo de los museos.
    La tendencia surge de los defectos percibidos en la museología convencional. Parte de la idea de que la función de los museos en la sociedad debe cambiar. “Los museos estaban aislados del mundo moderno, eran elitistas, estaban obsoletos y derrochaban dinero público” (Hudson, 1977). 
    Los museos tradicionales se basan en las colecciones expuestas, están muy relacionados con su propia arquitectura y con la sensación de que el museo es una “autoridad” en la materia que se exponga y, por supuesto, que no manipula. La consecuencia de que los museos sean percibidos de esta forma es que se alejan de la sociedad y parecen exclusivos de algunos grupos.
    Esta percepción motiva que se desee crear museos próximos a la sociedad, que se preocupen de comunicar y que estén al alcance de la comprensión de todo el mundo. Si a la anterior crítica añadimos la ciencia tenemos un cóctel peligroso. ¿Cómo convertir un museo de historia de la ciencia en algo interesante?
    Con ese espíritu de cambio nació el Laboratorium Bergara Zientzia Museoa que se inauguró en 2015 en Bergara (Gipuzkoa, País Vasco). A lo largo de los años ha conseguido conservar e investigar muchos objetos científicos que expone en diferentes espacios. Los museos tradicionales, en general, son entendidos como una exposición con algún dato relevante o una breve historia de los objetos. En el caso del Laboratorium sus promotores dejan constancia de que el objetivo “es difundir la importancia de la innovación, la ciencia y la educación como base para el avance y el desarrollo”. Se basa en El Real Seminario de Bergara, en su origen la cuna de la ciencia en el País Vasco, que se fundado en 1776 por la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. Tan relevante fue que L.J. Proust, químico francés, fue profesor en el Seminario. En las instalaciones que montó, llamadas Laboratorium Chemicum, los hermanos Elhuyar en 1783 descubrieron el wolframio. 
    En un pequeño vídeo, el propio Fausto Elhuyar, aprovechando el 150 aniversario de la tabla periódica de los elementos, nos cuenta como él y su hermano aislaron el wolframio.  Se trata de una pequeña historia de cinco minutos que cuenta con los ingredientes necesarios para hacerla atractiva. Consigue que un pequeño episodio de la historia de la ciencia sea conocido y fácilmente recordado. Para ello utiliza una caricatura de Fausto Elhuyar que en primera persona cuenta su historia. De esta forma se crea cercanía con el receptor y se mantiene la atención, en especial, de los más pequeños. Utiliza un lenguaje no especializado y con referencias próximas a los más jóvenes. Si, además, eres de Bergara te hará sentir orgulloso de tu pueblo y, si no lo eres, seguro que te genera simpatía al pensar que los grandes hechos pueden ocurrir en sitios pequeños. En general nos provoca proximidad y afecto.
    ¿Cómo contribuye este video a divulgar la ciencia y a hacerla interesante? Apelando a la cercanía, al orgullo del pueblo. Mostrando un pequeño retazo de ciencia sin complejidad. Hablando en primera persona con un lenguaje cercano y dando unas explicaciones comprensibles. Usando imágenes sencillas, divertidas y siguiendo las normas del lenguaje visual propio de redes sociales y con un formato dinámico. 
    Los museos de ciencia pueden aportar mucho a la divulgación científica ofreciendo exposiciones interactivas y atractivas. Utilizando demostraciones prácticas, juegos y actividades se puede hacer que la ciencia sea más interesante y accesible a todo el mundo.
    La actividad del museo se extiende mucho más allá de la mera exposición de objetos. Para ello una de las cosas más relevantes es el patrimonio cultural y natural. 
    La actividad del museo Laboratorium no se  limita solamente a las colecciones y, en la actualidad, está dentro de la nueva corriente que convierte a los museos en algo más que meras exposiciones. 
    En general es importante que los museos de ciencia sean accesibles y atractivos para el público y que ofrezcan una amplia variedad de actividades y recursos para apoyar el aprendizaje científico. En este área, el museo de Bergara cuenta con unidades didácticas y visitas guiadas para estudiantes de todos los niveles. En este mismo momento tiene programadas charlas relacionadas con la sostenibilidad. 
   El museo de Bergara se percibe como un lugar de encuentro natural. La actividades van más allá de lo que es ciencia y convierten al museo en un lugar de encuentro. Tiene un cuaderno de actividades que en lugar de anclarse en mostrar el pasado miran al futuro y evolucionan. Entre sus áreas están el cambio climático, los concursos de humor, los videojuegos, el metaverso y actividades 3D. 
    La propia página está adaptada a los formatos de presentación actuales, intuitiva sencilla y de fácil acceso. Una muy buena iniciativa para mantener el interés en la población.
    Para conseguir que la ciencia llegue a todo el mundo, el Laboratorium comunica la ciencia de manera clara y accesible. Esto incluye explicar los conceptos clave de manera sencilla, utilizar metáforas y analogías para hacer que la ciencia sea más fácil de entender. Todos los textos que se presentan están adaptados para resultar comprensibles a todo el mundo.
    En ocasiones muchas personas pueden sentirse desconectadas de la ciencia porque no ven cómo se aplica a su vida diaria. Es importante hacer que la ciencia sea relevante para toda la sociedad y mostrar cómo nos puede mejorar la vida y resultar útil. A veces, la ciencia puede parecer inaccesible debido a los altos costos de la educación científica o los requisitos de equipo y materiales. Sin embargo en museos como el de Bergara existen iniciativas para que estos aspectos se comprendan y se valoren. Es importante hacer que la ciencia sea accesible a todos, independientemente de su situación socioeconómica, y proporcionar recursos y programas que permitan a las personas aprender.
    Muestra la emoción y la creatividad de la ciencia. Muchas veces la ciencia es presentada como algo seco y sin emoción, pero en realidad es un campo muy emocionante y creativo. 
    Involucrar a la sociedad en la ciencia puede ser una forma efectiva de hacer que la ciencia sea más atractiva. Esto puede incluir programas de ciencia ciudadana o proyectos de investigación en los que la sociedad pueda participar activamente. En el caso del Laboratorium un ámbito relevante es la sostenibilidad. Actualmente cuenta con una exposición sobre residuos sostenibles.
    Es destacable el esfuerzo que hace para llegar a todos, en especial a los más jóvenes con una parte dedicada a Scape Rooms y videojuegos.
    En resumen, el Laboratorium es un ejemplo estupendo de como desde un pequeño museo que cuenta con mucho arraigo se desarrolla una tarea de divulgación accesible para todo el mundo. 




Referencias:


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May the ´Darth´ side of the Science be with you.