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Marchar o dar vueltas

Como en muchas ocasiones anteriores parto de una pregunta; ¿debemos hablar de progreso o de innovación? En la actualidad todo lo que hacemos ¿es innovar o es progresar?.
    Lo primero que tenemos que hacer es distinguir entre qué es innovar y qué es progresar. Podemos entender por progreso el avance que permite alcanzar un estado mejor, más desarrollado y más avanzado. Entre sus sinónimos encontramos adelanto, avance, ascenso, mejora, perfeccionamiento y superación.
    Por su parte, la innovación es una acción para cambiar y llegar a una novedad. Su base no tiene que ser directamente la creación, sino que puede consistir en mejorar lo que ya existe, solucionar un problema o facilitar una actividad.

¿Progreso? (Creado con Stable Diffusion)

    Partiendo de ambas definiciones se nos presenta una cuestión muy compleja, la de decidir si tenemos que progresar o si lo que debemos o podemos hacer es innovar.
    Tendríamos que aclarar si hemos alcanzado ya las cotas de progreso que están en nuestras manos. Nuestra sociedad occidental ¿tiene todo lo que necesita? Si es así, lo único que queda es la mejora de lo existente, es decir, innovar, ¿no?
    Si nos centramos únicamente en la tecnología hemos alcanzado unas cotas de avance muy elevadas ¿cuál sería el siguiente paso para lograr un mayor progreso tecnológico? Pasando al campo del progreso humano como especie tenemos que referirnos al transhumanismo. Si existiera, estaríamos mejorándonos como especie, ¿hemos alcanzado ya ese punto de evolución humana?. En ese caso ¿surgiría una nueva especie evolutiva? Seríamos una especie con nuevas necesidades y formas distintas de desarrollarse y comprenderse. Llegados a este punto ¿necesitaríamos progreso o innovación? La respuesta no es sencilla, pero si os interesa saber lo que pienso al respecto tal vez os interese leer ¿inmortales?.
    Para no enredarnos demasiado en lecturas filosóficas vamos a situarnos en la posición actual. En este caso creo que, como especie,  hemos progresado bastante y lo único que podríamos hacer, especialmente en el campo de la tecnología, es innovar aquello que ya manejamos. Para entender a qué me refiero pongo un ejemplo, muy burdo pero que puede ser bastante ilustrativo. En 1895 se proyectó la considerada como primera película de la historia. Apareció el cine y con ello la posibilidad de captar la realidad y crear ficción en imágenes en movimiento. Creo que a todos nos resulta sencillo distinguir una película de hace un siglo con una actual pero ¿el cine ha progresado o ha innovado? Desde mi punto de vista, ha innovado. La base de nuestro cine sigue siendo la misma, captar la realidad o crear una realidad usando imágenes en movimiento. Desde que los hermanos Lumière lo hicieran, lo único que hemos hecho es mejorar los medios que usamos para generar esas imágenes y los canales de distribución. Hemos pasado del cine en blanco y negro al cine en color, de las salas de cine a la televisión. También se han cambiado las cintas de película por cintas de video y compact disc y, en la actualidad, encontramos plataformas en streaming que nos ofrecen lo que queremos y cuando queremos. La esencia de las películas sigue siendo la misma pero los medios de creación y los canales de difusión han cambiado. De hecho, hablamos de innovación o decimos que algo es innovador cuando nos referimos a ciertos logros en este ámbito, por ejemplo las películas en tres dimensiones. En consecuencia hablamos de cambio gradual, no de progreso.
    De la misma manera podemos pensar que lo que tenemos en la sociedad actual, como la medicina, la inteligencia artificial o la biología es innovación. Desde mi punto de vista, un progreso implica la ruptura con lo anterior y su desaparición. Por el contrario, la innovación no lo elimina sino que lo modifica, adapta o mejora. 
    Si tuviera que explicar que es progreso, pondría como ejemplo la creación del primer algoritmo. A partir de la primera vez que la resolución de un problema se estructuró de forma abstracta, todo lo que sigue es una innovación en cuanto al procesamiento, en cuanto a la forma e incluso en el lenguaje.
    Para concluir sólo me queda una pregunta clave, ¿hemos alcanzado el tope máximo de progreso? No tengo una respuesta clara, no sé si como especie podemos progresar más, pero sí creo que podemos mejorar. Me da la impresión de que en lo que me queda de vida lo que veré serán innovaciones de lo que ya conozco. Hemos pasado por progresos tecnológicos de varios tipos, el último de ellos el informático, y creo que hemos alcanzado cotas de desarrollo impensables. Además mi capacidad de visión del futuro es humana, así que mi imagen de lo que podemos lograr es lo que mi conocimiento actual me permite idear. 
    Puedo llegar a imaginar en una innovación tecnológica, por ejemplo, un chip que lleve bajo la piel y que directamente me conecte con una inteligencia artificial médica que diagnostique cualquier cosa que pueda tener. Sin embargo no lo considero progreso ya que lo que estamos haciendo no es más que sustituir las pruebas diagnósticas y a los médico por un chip y una inteligencia artificial llena de datos. Claro que también puedo estar equivocada y no comprender en realidad en qué consiste el progreso, pero eso os lo dejo como tema de discusión. 

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