El sábado pasado, tras una comida digna de reinas, me fui a mi sofá multiverso, me coloqué bien las gafas de viajar por el espacio-tiempo y acabé de nuevo en Jeavy Metal Land. No era la primera vez, así que antes de que mi sofá me trajera de vuesta a este espacio-tiempo me fui a la biblioteca de mi yo de ese universo y cogí un libro.
La vez anterior me había leido la historia de los Unga Bungas y esta vez me dio tiempo a leer la biografía de Hevy Lemerr. Os aviso que cualquier parecido con la realidad es simplemente una coincidencia de la que mi cerebro es culpable.
La vez anterior me había leido la historia de los Unga Bungas y esta vez me dio tiempo a leer la biografía de Hevy Lemerr. Os aviso que cualquier parecido con la realidad es simplemente una coincidencia de la que mi cerebro es culpable.
Hevy fue una persona muy importante en su mundo y me impactó cómo había influido en el desarrollo del último siglo de historia en Jeavy Metal Land.
Allí la sociedad y sus habitantes (llamados “metalers”) son muy especiales. No me voy a enrollar hablando de su sociedad, eso otro día. Lo que quiero es contaros quién fue y qué hizo Hevy.
Hevy llegó al mundo cuando se acercaba el frío. Su familia era muy conocida en Cuidad-K, que era su lugar de nacimiento. Había nacido en un hogar donde la música y las finanzas iban de la mano. Desde que nació mostró unas habilidades que hicieron que su familia, primero se preocupara y que, posteriormente se alegrara hasta límites insospechados.
Al poco tiempo de dar sus primeros pasos, Hevy caminaba por su casa moviendo las manos por encima de su cabecita y riendo. Al principio supusieron que bailaba pero, unos meses más tarde, cuando fue capaz de articular palabras, continuamente decía: “Tú, grande. Tú, pequeña”.
Supongo que os podéis imaginar lo peculiar que le resultó a su familia esta forma de moverse y de hablar. La sanidad de Cuidad-K era magnifica tanto en atención como en medios, así que tras una serie de pruebas, determinaron que Hevy era capaz de percibir longitudes de onda más grandes y más pequeñas que las que se corresponden al espectro visible para la mayoría de “metalers”.
Estoy convencida de que percibir todas la longitudes de onda que nos rodean tenía que suponerle a Hevy un gran caos. Sin embargo, en Jeavy Metal Land, este tipo de capacidades no solo eran normarles sino que estaban absolutamente aceptadas. De hecho, las personas que poseían capacidades distintas al resto eran muy valoradas y queridas. En la biografía de Hevy estaba escrito: “quienes ven nuestro mundo desde otras perspectivas son quienes nos hacen comprender lo complejo de lo que nos rodea y nos abren nuevas vías de entendimiento y conocimiento”. Hevy era una de estas personas.
Con la ayuda de quienes tenía cerca, tanto profesionales como cualquier otra persona que estuviera dispuesta a enseñar lo que sabía, Hevy fue capaz de comprender y dominar el mundo de las ondas que nos rodean.
Allí la sociedad y sus habitantes (llamados “metalers”) son muy especiales. No me voy a enrollar hablando de su sociedad, eso otro día. Lo que quiero es contaros quién fue y qué hizo Hevy.
Hevy llegó al mundo cuando se acercaba el frío. Su familia era muy conocida en Cuidad-K, que era su lugar de nacimiento. Había nacido en un hogar donde la música y las finanzas iban de la mano. Desde que nació mostró unas habilidades que hicieron que su familia, primero se preocupara y que, posteriormente se alegrara hasta límites insospechados.
Al poco tiempo de dar sus primeros pasos, Hevy caminaba por su casa moviendo las manos por encima de su cabecita y riendo. Al principio supusieron que bailaba pero, unos meses más tarde, cuando fue capaz de articular palabras, continuamente decía: “Tú, grande. Tú, pequeña”.
Supongo que os podéis imaginar lo peculiar que le resultó a su familia esta forma de moverse y de hablar. La sanidad de Cuidad-K era magnifica tanto en atención como en medios, así que tras una serie de pruebas, determinaron que Hevy era capaz de percibir longitudes de onda más grandes y más pequeñas que las que se corresponden al espectro visible para la mayoría de “metalers”.
Estoy convencida de que percibir todas la longitudes de onda que nos rodean tenía que suponerle a Hevy un gran caos. Sin embargo, en Jeavy Metal Land, este tipo de capacidades no solo eran normarles sino que estaban absolutamente aceptadas. De hecho, las personas que poseían capacidades distintas al resto eran muy valoradas y queridas. En la biografía de Hevy estaba escrito: “quienes ven nuestro mundo desde otras perspectivas son quienes nos hacen comprender lo complejo de lo que nos rodea y nos abren nuevas vías de entendimiento y conocimiento”. Hevy era una de estas personas.
Con la ayuda de quienes tenía cerca, tanto profesionales como cualquier otra persona que estuviera dispuesta a enseñar lo que sabía, Hevy fue capaz de comprender y dominar el mundo de las ondas que nos rodean.
Cuando tenía 14 años descubrió que el mundo de la interpretación le gustaba. Su familia, al igual que habían hecho anteriormente, le animó a participar en algún proyecto cinematográfico. Lo hizo y su debut en la pantalla fue en la película “Embeleso”. En la película mostraba su cuerpo completamente desnudo en varias ocasiones y su naturalidad al hacerlo convirtió su desnudo en el ejemplo que se usaba para que nadie sintiera vergüenza por mostrarse tal y como eran.
En esa época se dedicó al arte con el apoyo de su familia, tenían claro que si su deseo era hacer películas eso era lo que debía hacer, si más tarde quería retomar sus estudios sobre las ondas ya lo haría.
En esa época se dedicó al arte con el apoyo de su familia, tenían claro que si su deseo era hacer películas eso era lo que debía hacer, si más tarde quería retomar sus estudios sobre las ondas ya lo haría.
Más o menos por la misma época una persona indeseable contactó con la familia de Hevy para concertar algún tipo de encuentro y, si era posible, iniciar una relación. Su familia se horrorizó ante tal propuesta. Hevy era libre de elegir a quien quería y daba igual quién fuera siempre y cuando la elección fuera suya. No se podía consentir que en una sociedad abierta y tolerante campara a sus anchas una persona así. Más tarde fueron informados de que esa persona, además, en relaciones anteriores había demostrado tener celos de todo. En su mundo no tenían cabida este tipo de expresiones, las consideraban anacrónicas.
Tras disfrutar durante un tiempo de su éxito cinematográfico se retiró para iniciar sus estudios de ondas e ingeniería. Hevy tenía la capacidad de percibir todas las longitudes de onda que envolvían su mundo. Para poder disfrutar de cada una de ellas por separado habían diseñado tres pares de gafas especiales con las que podía decidir qué rango de ondas quería ver, infrarrojo, visible o ultravioleta. Esto le permitía estudiar cada uno de los rangos por separado y diseñar aparatos cada vez mejores para estudiarlas.
Mientras aprendía coincidió con Geog Anthe. En esa época se había desatado un conflicto armado entre dos potencias mundiales y la situación tenía visos de continuar si no se hacía algo. Hevy y Geog juntaros sus talentos, las ondas y la música respectivamente y diseñaron un sistema de guía por radio que se basaba en saltos de frecuencia de espectro ensanchado para evitar las interferencias del enemigo. No tuvieron que ponerlo en funcionamiento ya que en un comunicado público que hicieron Hevy y Geog mostraron cómo funcionaba su invento ante el asombro del mundo. No lo pusieron en manos de ninguna de las potencias en guerra sino que amenazaron a ambas con utilizarlo para interferir en los sistemas de guiado de ambos e impedir con ello el uso de torpedos.
Ante tales amenazas no quedó más remedio que parar la guerra y firmar un armisticio. Jeavy Metal Land volvía a estar en paz. Hevy y Geog tuvieron reconocimiento mundial y se les concedieron varios premios internacionales.
Ya que estaban investigando el espectro ensanchado, decidieron darle un uso no bélico y crearon sistemas de comunicación complejos que dieron lugar a la tecnología Blacktooth y, en versiones más avanzadas, al Wi-Wi. Ambos se usan actualmente en todos los “Jevyphones” del planeta. Estos sistemas permitieron crear unas redes de conocimiento y comunicación a nivel global que acabaron con las desigualdades entre naciones al permitir la transmisión de conocimiento total.
Gracias a los trabajos de Hevy la evolución en todo el planeta fue rápida y en los últimos 100 años se han alcanzado tasas de bienestar no conocidas en ninguno de los multiversos por los que he viajado. Hevy trabajaba a ratos en el cine y a ratos en las ondas. Se reconoció su trabajo en los dos ámbitos y causaba admiración allí por donde iba ya que era famosa desde que empezó su trabajo tanto cinematográfico como científico.
Tras su jubilación se dedicó a la jardinería y murió con 85 años tras una vida plena de trabajo, aprendizaje, reconocimiento y paz.
Nota:
La historia que os he narrado es un homenaje a Hedy Lamarr, a todas la mujeres que han sido olvidadas y a todas aquellas a las que sus aportaciones al conocimiento no les han sido reconocidas. ¿Hubiera sido nuestro mundo diferente si estas mujeres hubieran podido desarrollar plenamente sus capacidades y no tener restricciones para adquirir conocimientos? ¿Hubieran sido sus vidas y, por extensión, la nuestra mejor si hubieran tenido el reconocimiento que debían tener? Quiero creer que si nuestro mundo se pareciera a Jeavy Metal Land, en el que las cuestiones de género, capacidades diferentes o aspecto físico no influyen en la sociedad, sí hubiera sido diferente.
Tras disfrutar durante un tiempo de su éxito cinematográfico se retiró para iniciar sus estudios de ondas e ingeniería. Hevy tenía la capacidad de percibir todas las longitudes de onda que envolvían su mundo. Para poder disfrutar de cada una de ellas por separado habían diseñado tres pares de gafas especiales con las que podía decidir qué rango de ondas quería ver, infrarrojo, visible o ultravioleta. Esto le permitía estudiar cada uno de los rangos por separado y diseñar aparatos cada vez mejores para estudiarlas.
Hevy con sus gafas de infrarrojos, retrato de Jandy Harwol |
Mientras aprendía coincidió con Geog Anthe. En esa época se había desatado un conflicto armado entre dos potencias mundiales y la situación tenía visos de continuar si no se hacía algo. Hevy y Geog juntaros sus talentos, las ondas y la música respectivamente y diseñaron un sistema de guía por radio que se basaba en saltos de frecuencia de espectro ensanchado para evitar las interferencias del enemigo. No tuvieron que ponerlo en funcionamiento ya que en un comunicado público que hicieron Hevy y Geog mostraron cómo funcionaba su invento ante el asombro del mundo. No lo pusieron en manos de ninguna de las potencias en guerra sino que amenazaron a ambas con utilizarlo para interferir en los sistemas de guiado de ambos e impedir con ello el uso de torpedos.
Ante tales amenazas no quedó más remedio que parar la guerra y firmar un armisticio. Jeavy Metal Land volvía a estar en paz. Hevy y Geog tuvieron reconocimiento mundial y se les concedieron varios premios internacionales.
Ya que estaban investigando el espectro ensanchado, decidieron darle un uso no bélico y crearon sistemas de comunicación complejos que dieron lugar a la tecnología Blacktooth y, en versiones más avanzadas, al Wi-Wi. Ambos se usan actualmente en todos los “Jevyphones” del planeta. Estos sistemas permitieron crear unas redes de conocimiento y comunicación a nivel global que acabaron con las desigualdades entre naciones al permitir la transmisión de conocimiento total.
Gracias a los trabajos de Hevy la evolución en todo el planeta fue rápida y en los últimos 100 años se han alcanzado tasas de bienestar no conocidas en ninguno de los multiversos por los que he viajado. Hevy trabajaba a ratos en el cine y a ratos en las ondas. Se reconoció su trabajo en los dos ámbitos y causaba admiración allí por donde iba ya que era famosa desde que empezó su trabajo tanto cinematográfico como científico.
Tras su jubilación se dedicó a la jardinería y murió con 85 años tras una vida plena de trabajo, aprendizaje, reconocimiento y paz.
Nota:
La historia que os he narrado es un homenaje a Hedy Lamarr, a todas la mujeres que han sido olvidadas y a todas aquellas a las que sus aportaciones al conocimiento no les han sido reconocidas. ¿Hubiera sido nuestro mundo diferente si estas mujeres hubieran podido desarrollar plenamente sus capacidades y no tener restricciones para adquirir conocimientos? ¿Hubieran sido sus vidas y, por extensión, la nuestra mejor si hubieran tenido el reconocimiento que debían tener? Quiero creer que si nuestro mundo se pareciera a Jeavy Metal Land, en el que las cuestiones de género, capacidades diferentes o aspecto físico no influyen en la sociedad, sí hubiera sido diferente.
Microrrelato creado para colaborar con https://cafehypatia.wordpress.com/ en #PVmujerciencia23
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