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Cualquier tiempo pasado fue peor

¿Os imagináis que podéis tener una máquina del tiempo? ¿Qué elegiríais, ir al pasado o al futuro? ¿Observar o vivir ese periodo? ¿Qué época elegiríais?
    Mis respuestas serían: sí, futuro, observar, muchas. ¿Las vuestras? ¿Tenéis nostalgia de algún tiempo pasado? ¿Volveríais a la juventud o a la infancia? ¿Un viaje a alguna época anterior?
    Lo cierto es que no tengo demasiada afición por el pasado, la nostalgia no va conmigo. Siempre he pensado que lo pasado ya ha ocurrido y no se puede intervenir o participar en los acontecimientos. Está determinado y, además, dependiendo de quién lo haya observado, estudiado y contado es posible que lo que se presenta tenga algún que otro sesgo. En definitiva, que no me gusta mucho.
    Sin embargo, para esta entrada he hecho un viaje a épocas anteriores y he sacado una única conclusión. Permitidme que os lo cuente.
    Me puse en modo radical y decidí hacer un viajecito de mil años al pasado, al año 1024, más o menos y, por supuesto, como mera observadora. Esperaba encontrar a mi yo del pasado, pero me llevé una sorpresa, no estaba.
    Era de imaginar, las condiciones de vida eran bastante difíciles. Decidí hacer un ejercicio mental e intentar encontrar las posibles causas de mi ausencia en aquella época.
    Lo primero que dejé fijado, para que no alterara demasiado mis conclusiones, fue mi carga genética y la de mis progenitores, es decir, debía nacer de la misma madre y del mismo padre. El emplazamiento debía ser el mismo, Bizkaia. Lo más probable es que viviera en algo parecido a un baserri en una pequeña aldea.
    El trabajo del campo es muy duro y la mayoría de las mujeres de la época desempeñaban roles domésticos, como en casi toda la historia. Se encargaban del cuidado de la casa, de su progenie, de los animales y de trabajar en el campo. De sol a sol, por supuesto. 
    No tengo ninguna duda de que las condiciones sanitarias eran un punto por encima de malas y dos por debajo de terribles. La medicina como la conocemos ni estaba ni se la esperaba. Las palabras atención sanitaria no creo que se hubieran pronunciado en ningún idioma y el cuidado frente a enfermedades sería tarea de las mujeres que, al fin y al cabo, eran las encargadas de la casa y sus habitantes. Supongo que, con sus conocimientos botánicos, hacían lo que podían.
    Me imagino que las complicaciones durante el parto eran de lo más habitual y muchas mujeres morían al dar a luz. Para que os hagáis una idea de lo que digo, la esperanza de vida al nacer era de 30 a 35 años. Si lo comparamos con la actual en las mujeres bizkainas que es de 86.1 años la verdad es que no parece que vivir hace mil años fuera muy apetecible.
    Entendí fácilmente las razones por las que no me encontré. Mi ama1 y yo habríamos fallecido en el parto. Sé que el mio fue complicado y, sin la asistencia médica con la que contamos actualmente, no habríamos sobrevivido ninguna de las dos. Así que, sin mucho drama decidí avanzar un poco a ver si la cosa mejoraba.
    Llegué al año 1524 y me volví a buscar. Tampoco fui capaz de encontrarme allí. La vida no era mucho mejor. Supongamos que hubiera nacido y que mi ama se hubiera recuperado del parto, en ese caso me estaban esperando unas cuantas sorpresas. No veo muy bien, de hecho, no he visto nunca bien, eso me ha llevado a tropezarme, caerme, comerme esquinas, hacerme unos chichones descomunales y alguna que otra herida abierta bastante aparatosa. ¿Qué me decís de las infecciones? Lo más probable es que no hubiera sobrevivido a infecciones por quemaduras, por heridas provocadas por mi torpeza y por algún que otro hierro. Menos mal que existe la vacuna del tétanos y que tenemos antibióticos. Así que no, en esa época no habría pasado de los 9 años, que es la edad que tenía cuando una plancha de hierro tuvo la osadía de tropezarse con mi rodilla.
    Sin embargo pensé que podría haber sobrevivido a esas heridas contando con la ayuda de alguna curandera o herbolera, además, estoy convencida de que me hubiera convertido en una de ellas. Busqué información sobre las curanderas de la época y se me quitaron las ganas de volver a ese pasado.

Imagen de Pixabay


    En "Brujas, creadoras de ciencia y comunidad" de Pikara Magazine, se habla de la caza de brujas en Europa y América durante los siglos XV al XVII. Fue una persecución organizada por la Iglesia y los Estados, dirigida casi en exclusiva contra mujeres. La mayoría de ellas eran curanderas, parteras y herboleras. Como a los señores de la época no les gustaban sus conocimientos fueron acusadas de brujería. La violencia a la que se les sometió fue una salvajada. Las torturas y las ejecuciones eran lo habitual. 
    Esas mujeres eran sabias y poseían conocimientos empíricos. El problema era que desafiaban las normas eclesiásticas y científicas de la época. Su persecución no solo fue un acto de violencia de género, sino también un intento de excluirlas del conocimiento legitimado y de minimizar sus contribuciones a la ciencia. 
    Lo más curioso es que el artículo subraya que la caza de brujas tuvo un impacto duradero en la forma en la que las mujeres entendemos y participamos en la ciencia hoy en día. Las mujeres que fueron perseguidas eran defensoras de sus cuerpos y de sus territorios, y su resistencia a la opresión las convirtió en figuras peligrosas para el orden establecido.
    Lo más triste es que estas mujeres, entre las que me podía haber encontrado yo de haber nacido en aquella época, son recordadas por la persecución a la que se vieron sometidas y no por sus conocimientos.
En definitiva, que decidí quedarme en el presente que, tal vez, no sea el mejor de los escenarios posibles, pero, sin duda, es mucho mejor que en épocas pasadas.
    Contamos con algunas ventajas que han hecho que nuestra esperanza de vida haya aumentado, que tengamos cura y tratamiento para muchas enfermedades que, en épocas anteriores, nos habrían matado.

Pequeños incidentes que, a día de hoy no tienen ninguna relevancia, pero que en épocas pasadas eran mortales así que he sacado una única conclusión: en el pasado ya estaría muerta.

1 madre en euskera

Referencias:

Sorginak

Brujas, ciencia y comunidad

Con esta entrada participo como #Polivulgadora en la iniciativa de Café Hypatia con el tema #PVrelatosolvidados

 

 

 

 


Comentarios

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