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El Cosmos y yo (Crónicas de mi sofá multiverso)

Ya sabéis que tengo un sofá que va por el multiverso a su antojo. Si alguien no lo conoce, lo puede conocer en:¡Me voy a Marte!

El sábado pasado le pedí que por favor, ya sabéis que es bastante caprichoso, que me llevara a algún acontecimiento a lo largo de mi linea espacio-temporal que estuviera relacionado con el Cosmos. ¡Menudo viaje!😒 Me hizo un recorrido de lo más interesante por los acontecimientos que he vivido. Os cuento.

Lo primero que me mostró es una imagen de cuando tenía unos 3 años con un cuento de ratones 🐹que se comían los anillos de Saturno🪐 que eran de queso. En un pequeño salto se movió hacia delante y estaba con mi abuelo aprendiendo como rotaba y se trasladaba la Tierra alrededor del Sol. Una linterna y un globo terráqueo eran las herramientas. Y lo siguiente que estábamos haciendo era montar un cohete, con muchos petardos en el balcón. Elevarse no se elevó gran cosa. Pero potencia tenía, porque no sobrevivió ninguno de los tiestos que había y un par de cristales se hicieron cachitos.🤷🏻‍♀️

El sofá iba avanzando y me llevó a un eclipse de Sol. Eramos un montón, todos encantados con nuestras caretas de soldador, grandes para lo pequeños que éramos, mirando al cielo. ¡Fue muy chulo! Parecíamos todos extraterrestres con las caretas que llevábamos puestas. 

Y de repente se paró en un momento con mi bisabuela. Las dos mirando el cometa Halley con unos prismáticos en 1986. Mi bisabuela lo había visto en 1910, ella nació en 1898. Así que yo le dije que si ella lo había visto dos veces yo también pensaba hacerlo. 😋

Durante un rato el sofá me dejó ver breves instantes de momentos en los que había estado mirando al Universo. Eclipses solares, eclipses lunares,Marte, perseidas, algún que otro cometa. ¡Puff! un montón de momentos.

Mi sofá es un poco cretino así que lo siguiente que me enseño fue el episodio más oscuro de mi vida😳. Me llevó al día en el que al poco tiempo de casarme descubrí un terrible secreto, mi marido era terraplanista lingüístico. Sí yo también flipé cuando lo supe, toda la vida mirando al Universo y de repente eso. Hay que decir que su argumento es válido, no es terraplanista de convicción o creencia, sabe que la Tierra es redonda, pero dice que todos ratificamos el terraplanismo desde el momento en el que llamamos a la Tierra planeta. Él dice que le llamemos redondeta y que se acabó el problema. La verdad es que no le falta razón. 



Aún así unos años después, viendo el entusiasmo que he mostrado siempre por el universo, me regaló un viaje a Ginebra para visitar el CERN. Eso sí que fue una pasada. Allí es donde se intenta descubrir todos los secretos que encierra nuestro universo. 

Y mientras recordaba esto,  me llevó al verano de 2020. Estábamos en Borja (Aragón) en casa de un amigo, fan también de estas cosas, pero no es terraplanista lingüístico. Era de noche, y con un gin-tonic en la mano, montamos su telescopio, y usando Stellarium, nos dedicamos a mirar el cielo. Ver no vimos mucho pero risas ya echamos intentando ubicarnos y localizar algo.

Parece que el sofá se iba cansando de tanto salto ya que lo siguiente, fue un breve vistazo al día en el que el Perseverance amartizó. ¡Y mi nombre había viajado a Marte con él!

Cuando volví a mi espacio-tiempo actual, me quité las legañas que me dejan en los ojos esos viajes 🤔 y estaban lanzando el telescopio James Webb. Así que supongo que hasta que vaya a Marte, que todavía tengo dudas, seguiré husmeando en el universo a ver que hay de nuevo o de viejo.


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Pues por tres razones simples: Star Wars, la ciencia y el mal. Está muy claro, ¿no?. No, seguramente  no, así que supongo que a los que estéis aquí os parecerá bien que me explique un poco más.     Star Wars, fue mi primer contacto con el espacio, las naves, Darth Vader, Leia y R2D2. Cada uno me aportó una cosa distinta. Salí del cine feliz. Tenía 4 años y desde entonces me han acompañado la fuerza y el lado oscuro de la fuerza. Sí, el lado oscuro también. No hay luz sin oscuridad.      La ciencia llegó más o menos por la misma época. Mi abuelo había sido marino y había recorrido medio mundo. Le encantaba la física, la astronomía, y los barcos. Lo primero que me enseñó fue cómo rotaba la Tierra alrededor del Sol. Y siempre me dejaba hacer experimentos, que normalmente ensuciaban, explotaban o quemaban. Nos divertíamos muchísimo.      Y esto enlaza con el mal, porque la verdad es que hacer explotar cosas creo que en todos provoca algún tip...

May the ´Darth´ side of the Science be with you.