Parece que os voy a hablar de ingeniería, pero no, os voy a hablar de cuál creo que es el mejor medio para difundir la información científica.
Vamos a empezar criticando, que siempre viene bien😉. Tenemos muchos canales para difundir la información científica, medios diferentes, redes distintas, todo lo que queramos está a nuestra disposición. Contamos con un montón de fuentes fiables a nuestro alcance, universidades, unidades de cultura científica…el mensaje se trasmite por múltiples vías, usando muchos medios o a través de muchos canales, pero no cala.
Los medios que utiliza la ciencia para comunicarse son muy variados, así como la forma de hacerlo. Tenemos tertulias en bares, eventos como Naukas, programas de televisión y un montón de divulgadores dándolo todo en redes sociales. Sin embargo, a pesar de todo, la ciencia no termina de sentirse como cercana, cierta y, por supuesto, como una parte relevante de nuestra cultura.
Vivimos en un momento en el que a pesar de estar continuamente realizando acciones para difundir la ciencia y crear interés por ella no se alcanzan los objetivos esperados. Tenemos acceso a prácticamente cualquier estudio científico o resultado de investigación, a noticias verificadas y a una cantidad increíble de información que fluye por las redes, sin embargo, no lo usamos. Este es el momento en el que las mayores estupideces que se quiera pensar y difundir navegan y tienen acogida en las redes. Son alimento informativo para mucha gente y también son una cantidad importante de ellos los que ponen en duda las afirmaciones que desde todos los ámbitos científicos se hacen (independientemente del canal). Bulos, fakes, desinformación y alguna que otra teoría de la conspiración. Todo ello conforma una sopa donde cualquier cosa puede ocurrir.
En este contexto me pregunta Carolina Moreno-Castro que cuál creo que es el medio más adecuado para hacer difusión científica. La respuesta es sencilla: TODOS. Voy a intentar explicarme, entiendo que una afirmación de esta entidad requiere una explicación y como buena persona que soy y como os debo una explicación os la voy a dar😉.
Hace una semana en una clase con Carolina estuvimos comentando que no se ha podido encontrar la vía por la cual las informaciones falsas calan, se hacen creíbles y veraces para algunas personas. Creo que en ese punto está la clave de lo que planteamos. Da igual el canal, el medio y, en ocasiones, la fuente. Creo que se trata de una cuestión de autoridad. En muchas ocasiones se otorga autoridad y poder a quien no lo tiene, y en eso, las redes sociales son las que han salido ganando. Cualquier afirmación hecha por un influencer con muchos seguidores se convierte automáticamente en una afirmación que, con una probabilidad bastante elevada, pasará a ser creída por muchos de los seguidores de dicho influencer. Que a su vez la transmitirán por otros canales, y que se difundirá. Así que parece que el canal y el medio están más o menos definidos. Ahora se trata de elegir el camino a seguir para que no solo se difunda sino que no se ponga en duda su veracidad o interés y para genere cultura. ¿Qué tenemos que hacer? Elegir a los referentes con cuidado y usarlos como fuente de la comunicación ya que ellos van a darle credibilidad por el mero hecho de contar con una autoridad que, de una forma u otra, han conseguido tener para muchas personas.
No hace mucho me pidieron que creara un programa para conseguir un impacto en la divulgación de la ciencia. Si quereis leerlo entero lo tenéis aquí pero a modo de resumen os diré que para poder usar todas las vías posibles para difundir y crear cultura científica la forma en la que se me ocurría que podía resultar viable para generar enganche y credibilidad era elegir a dos personas con una gran influencia mediática como son Karlos Argiñano e Ibai Llanos.
Si dejáramos parte de lo que se quiere comunicar y divulgar en ciencia en sus manos, estoy prácticamente segura de que la ciencia se pondría de moda y que a partir de ese momento, por mimetismo, otros influencers harían lo mismo. Así que habríamos llegado al punto en el que valdría cualquier canal o medio para diseminar información científica siempre y cuando la comunicación tuviera como fuente de transmisión a personas que en sí mismas tuvieran notoriedad y contaran con la credibilidad necesaria para hacer de sus comunicaciones una fuente fiable de conocimiento. En su momento utilicé a Argiñano y a Llanos porque tienen prestigio entre muchos seguidores y entre ambos llegan a una parte importante de la población. Por un lado a los más mayores con Argiñano y, por otro lado, a los más jóvenes con Llanos.
En conclusión, divulgar ciencia se puede hacer por cualquier canal, se pueden usar multiples fuentes y para difundir dentro de los propios canales existen múltiples formas pero, en ultima instancia,lo relevante a día de hoy es quién, no por dónde.
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