En una primera aproximación a la filosofía de la ciencia, me ha dado la sensación de que uno los temas centrales es comprobar los métodos de la ciencia. Para ello varias de las corrientes filosóficas del último siglo han entrado en la valoración de la lógica como una de la herramientas más importantes del conocimiento.
Siempre me han gustado la lógica formal y la preposicional. El año pasado tuve un pequeño contacto con la lógica difusa al intentar entender cómo funciona la Inteligencia Artificial. Y este año con la filosofía ha vuelto a surgir la lógica. En concreto, con el Círculo de Viena.
La lógica nos rodea y siempre me he preguntado si los humanos somos lógicos o no. En apariencia razonamos y lo que nuestro cerebro procesa es información de la que extraemos nuestro conocimiento. Sin embargo no hay una única forma de análisis lógico.
¿Somos lógicos analíticos o lógicos sintéticos? ¿Erramos en nuestra forma de usar la lógica?
Al hablar de lógica analítica hacemos referencia a la lógica deductiva, en la que deducimos una conclusión a partir de premisas que se consideran verdaderas. Por ejemplo, si sabemos que todos los mamíferos tienen pelo y también sabemos que un perro es un mamífero, podemos deducir que los perros tienen pelo. En esta lógica, la conclusión sigue necesariamente de las premisas.
La lógica sintética, por otro lado, se refiere a la lógica inductiva, en la que se infiere una conclusión a partir de una serie de ejemplos u observaciones. Continuando con el mismo ejemplo, si observamos a varios perros y vemos que todos tienen pelo, podemos inferir que todos los perros tienen pelo. En esta lógica la conclusión es probable pero no necesaria dadas las premisas.
En la vida cotidiana, la mayoría de nuestras decisiones y acciones se basan en una combinación de ambos tipos de lógica, utilizamos tanto la lógica deductiva como la inductiva.
La lógica sintética, por otro lado, se refiere a la lógica inductiva, en la que se infiere una conclusión a partir de una serie de ejemplos u observaciones. Continuando con el mismo ejemplo, si observamos a varios perros y vemos que todos tienen pelo, podemos inferir que todos los perros tienen pelo. En esta lógica la conclusión es probable pero no necesaria dadas las premisas.
En la vida cotidiana, la mayoría de nuestras decisiones y acciones se basan en una combinación de ambos tipos de lógica, utilizamos tanto la lógica deductiva como la inductiva.
¿Usamos ambas formas sin errores?¿Qué errores cometemos? Muchos y, además, a diario. Seguro que si nos paramos a pensar encontramos situaciones en las que nuestras conclusiones son falsas al derivar de un proceso lógico erróneo.
Hay varios errores comunes que cometemos al usar la lógica:
- Cuando en el proceso de deducción se saca una conclusión a partir de premisas que no son necesariamente verdaderas estamos cometiendo un error. Por ejemplo, si se afirma que "todos los perros son animales peligrosos" y se deduce que "este perro es peligroso". Partimos de aceptar una premisa de partida falsa, por la que la deducción es incorrecta.
- Cuando se infieren conclusiones generales a partir de un número limitado de ejemplos o observaciones tenemos generalización excesiva. Por ejemplo, si se observa que todos los perros que conocemos son amigables, no podemos inferir que todos los perros que existen lo sean.
Hay varios errores comunes que cometemos al usar la lógica:
- Cuando en el proceso de deducción se saca una conclusión a partir de premisas que no son necesariamente verdaderas estamos cometiendo un error. Por ejemplo, si se afirma que "todos los perros son animales peligrosos" y se deduce que "este perro es peligroso". Partimos de aceptar una premisa de partida falsa, por la que la deducción es incorrecta.
- Cuando se infieren conclusiones generales a partir de un número limitado de ejemplos o observaciones tenemos generalización excesiva. Por ejemplo, si se observa que todos los perros que conocemos son amigables, no podemos inferir que todos los perros que existen lo sean.
- Si se buscan evidencias que confirmen una teoría o una creencia previa, mientras que se ignoran las evidencias que la refutan tenemos un sesgo de confirmación. Es un tipo de sesgo cognitivo en que caemos con mucha frecuencia.
- La falsa analogía se produce al comparar dos cosas similares en apariencia pero que, en realidad, son diferentes y de ello se extrae una conclusión que no es válida. Por ejemplo, comparar un avión con un pájaro y afirmar que los aviones son animales es un ejemplo de falsa analogía.
Cometemos errores, por supuesto. Se trata de que aprendamos de ellos y el proceso nos permita alcanzar un pensamiento crítico. La ciencia se haya en una posición frente al mundo que no le permite caer en determinados errores. Por ello, una de las preocupaciones de la filosofía de la ciencia, es comprobar que ésta no se aleja de lo que un buen método implica.
Cometemos errores, por supuesto. Se trata de que aprendamos de ellos y el proceso nos permita alcanzar un pensamiento crítico. La ciencia se haya en una posición frente al mundo que no le permite caer en determinados errores. Por ello, una de las preocupaciones de la filosofía de la ciencia, es comprobar que ésta no se aleja de lo que un buen método implica.
Si os apetece leer sobre la deducción y la inducción en un par de experimentos científicos podéis leerlo aquí: Esos locos científicos y sus experimentos
Referencias:
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