Me acaban de gritar para que me levante: “Mari, mueve el culo que llega otro que hay que arrastrar” Otro día como una “ganapán”, ni nos miran por la calle, somos lo más bajo de toda la sociedad. No queda nadie que haga nuestro trabajo. Hace unos años estaba bien visto, ahora nos desprecian. Hago esto por esas dos hijas sin padre a las que tengo que alimentar. Me siento una anciana a pesar de tener 25 años, soy mayor lo sé, pero no tanto. El frio, la lluvia y la energía que no tengo me pesan mucho. Saldremos adelante, es lo que me digo cuando tengo que tirar de la sirga para que el barco avance lento por la ría. Espero que mis hijas logren un futuro mucho mejor que el que me espera a mí. Dora Salazarren 'Zirgariak' eskultura taldea. (Bilbo, 2021) Imagen de Makeip en Wikimedia Commons Me gustaría que ellas no tuvieran que deslomarse para sobrevivir , quiero que estudien y que, en el futuro, sean alguien...