Ir al contenido principal

Me he infectado, ¿por dónde?🤷🏻‍♀️

Seguro que en muchas ocasiones os han dicho: ‘tienes una infección’. Y seguro que en la mayoría de las ocasiones os han recetado un antibiótico (lo de no automedicarse lo tenéis aquí ). Pero ¿sabéis cómo os habéis infectado?. Es probable que no, o al menos no con certeza, ya que casi siempre le echamos la culpa a otro😉. Que si ‘noséquién’ tenía ‘nosequé’ y ‘fijo que me lo ha pegado’, ‘que si la niña tose y el abuelo está igual’, ‘que hay un virus por ahí’. Vamos, que normalmente hablamos sin saber y sin tener la certeza de por qué tenemos una infección.


    Pues os lo voy a contar, así que lo primero es saber qué es una infección  y una enfermedad infecciosa  para después conocer las vías por las que se produce.
    Una infección se produce cuando microbios, que pueden ser bacterias, virus, hongos o parásitos, invaden nuestro cuerpo. Y cuando digo nuestro cuerpo, me refiero a cualquier parte, a piel, mucosas, órganos internos o tejidos. Hay que tener en cuenta que también hay factores que hacen que la infección sea leve o gravísima, como que haya una gran cantidad de microbios, si se replican rápido, o si nuestro organismo está en forma para responder.
    Esto significa que una infección no es una enfermedad infecciosa🧐. Una enfermedad infecciosa es aquella en la que el microbio o microbios que causan la infección deben provocar lesiones o daño, bien en zonas pequeñas (locales), bien de forma general. Además, las lesiones también pueden tener diferentes grados, desde las más leves a las más graves. En cualquier caso, sea cómo sea, se manifiesta de alguna forma. ¡Ah!, y no debemos olvidar que en algunos casos podemos estar infectados y no mostrar ningún síntoma pero eso no significa que no podamos infectar a otros. Como ejemplos de ello tenemos el SARS-Cov-2 y el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana)
    Cuando tenemos una enfermedad infecciosa tenemos síntomas y signos físicos: fiebre, rojeces, ampollas, llagas, mocos, diarrea… En algunos casos esto se debe al ataque directo del microbio o a que nuestro sistema defensivo (sistema inmunitario )está intentando atacar al microbio y como resultado sufrimos las consecuencias.
    El factor tiempo también es relevante en las infecciones, que ahora con el lío que tenemos entendemos todos claramente el periodo de incubación. Las infecciones microbianas no aparecen en el instante en el que el microbio entra en contacto con nosotros. De hecho suele pasar un periodo de tiempo que puede ser de horas, días o años para que la infección se manifieste. Incluso algunas pueden estar latentes y manifestarse cada cierto periodo de tiempo, como el herpes labial. 
Ahora que ya tenemos una idea general de cuáles son las causas y los efectos, vamos a ver por dónde se nos ‘cuelan’ los microbios.

Las rutas de transmisión de los microbios son las siguientes:


Fuente: elaboración propia

    Ahora sabemos muy bien cómo funciona el contagio por vía aérea, casi dos años de experiencia nos avalan. Pero mejor hacer un pequeño recordatorio. En este caso se trata de infecciones transmitidas por el aire. Se transmiten cuando un individuo contagiado tose, estornuda, canta o simplemente habla. Las más habituales suelen ser los resfriados o la gripe. Pero entre ellas también nos encontramos con la tuberculosis, varicela, sarampión, paperas. Afortunadamente, gracias a la vacunación muchas de ellas no las hemos visto de cerca en muchos años. Normalmente este tipo de contagios se producen en lugares en los que hay escasa ventilación o condiciones de hacinamiento. Me atrevería a decir que se darán con más frecuencia en los países pobres, mientras que en los ricos, gracias a la vacunación, prácticamente no se conocen. 
    En el caso de la transmisión cutánea, se debe a que el microbio entra en nuestro organismo a través de lesiones que podamos tener en la piel. Por ejemplo el tifus exantemático, que es causado por una bacteria que portan los piojos del cuerpo. No voy a entrar mucho en este tema por dos razones, una porque cada vez que escribo sobre el tifus exantemático me pica todo, y la segunda porque aquí os cuento cómo le afectó a Napoleón.
    En ocasiones y debido a una mala higiene fundamentalmente, algunos microorganismos pueden pasar de un individuo portador a uno sano, en este caso se transmite por vía oral. Esta situación se suele dar por contaminación de agua por presencia de materia fecal, por contacto con alimentos o por algunas prácticas sexuales. Por ejemplo el cólera, causado por la bacteria Vibrio cholerae. O la poliomielitis, que es producida por un enterovirus de la familia Picornaviridae. Todos ellos utilizan esta vía de transmisión.
    Finalmente, tenemos la vía parenteral. Esta es la vía de transmisión de las ETS (enfermedades de transmisión sexual) y de una de las enfermedades más extendidas en el mundo, el VIH. No existe vacuna (de momento), y el acceso a antirretrovirales en occidente es fácil pero en el África subsahariana no lo es. Además en esa zona son las mujeres y los niños son los que más sufren la enfermedad. Del mismo modo ocurre con la malaria, son enfermedades endémicas, así que en algunos casos se produce inmunidad adquirida, pero aun así son muchos los casos en el mundo. Hace unos años se probó una vacuna de Manuel Patarroyo pero no obtuvo el resultado esperado y se paró su investigación. 
    Espero que os haya resultado interesante saber como los microbichitos se cuelan en nuestro cuerpo. Y que no se os olvide que no son malos, que muchos de ellos nos ayudan. Y que para acabar con los que nos dañan lo primero que tenemos que hacer es un uso responsable de los antibioticos.

 
* gotas de Flügge: pequeñas gotas que son expulsadas al hablar o respirar y que contienen en su interior microbios.

Referencias:
Material de Guillermo Quindós


Comentarios

Lo más visto

Divergencia de opiniones

Lo que más ha gustado

Divergencia de opiniones

  En cualquier lugar - ¿Has visto? Xilú es especial, apenas tiene un año y ya te mira como si se fuera a arrancar a hablar y darte un discurso. Me maravilla, desde que nació noto que tiene algo distinto. - Si tú lo dices. Es un bebé, yo no veo nada especial.  - ¡Tú no eres madre y no lo entiendes! - Será eso. Un año después - ¿Has visto? Cuando el resto llora, Xilú calla. Es muy especial, se mueve con calma y su primera palabra ha sido: música. Le encanta oír música.  - ¡Qué bien! Es muy bueno que le guste la música, pero que no llore cuando lo hace el resto... - Eso es porque ha madurado antes que el resto.  - Claro, claro.  Otro año después - ¿Has visto? Xilú es especial, habla lo justo, se sienta a ver la televisión y puede ver un programa de debate sin hablar, alerta y en silencio. A veces creo que está reflexionando sobre lo que dicen. Pone una cara muy graciosa cuando lo hace. - ¿No crees que eso es poco frecuente? Sólo tiene tres años.  - ¡No es raro, es especial! - Vale, vale.

Flores negras

Iba a ser un día especial. En su llamada captó la promesa de una noche inolvidable.  El suave susurro de su voz rozando sus tímpanos lo dejó claro. Era un roce sonoro lleno de expectativas, deleite, dulzura y con la promesa de recrearse en el roce de sus pieles.      La mañana fue un continuo ir y venir, pero improductiva. Varios encontronazos con colegas, pequeñas frases sin relevancia que rozaban la estupidez y arañaban sus ideas. Esos roces siempre eran molestos.      Rozando las seis se preparó para irse. Quería llegar cuanto antes. Se cambió de calzado. No iba a perder el tiempo en el autobús, no. ¡Gente rozándote por todos lados! Volvería andando.      No tardó mucho en darse cuenta de que, por evitar algunos roces, había sufrido otros. Las malditas zapatillas no eran adecuadas y el roce provocó un par de heridas. En fin, ya estaba hecho. No dejó de caminar.      Antes de rozar el llavero, la puerta se abrió. La bienvenida a casa consistió en un leve roce en los labios, una p

May the ´Darth´ side of the Science be with you.