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Y....¿por qué?

Y….¿por qué?

Pues por tres razones simples: Star Wars, la ciencia y el mal. Está muy claro, ¿no?. No, seguramente  no, así que supongo que a los que estéis aquí os parecerá bien que me explique un poco más.     Star Wars, fue mi primer contacto con el espacio, las naves, Darth Vader, Leia y R2D2. Cada uno me aportó una cosa distinta. Salí del cine feliz. Tenía 4 años y desde entonces me han acompañado la fuerza y el lado oscuro de la fuerza. Sí, el lado oscuro también. No hay luz sin oscuridad.      La ciencia llegó más o menos por la misma época. Mi abuelo había sido marino y había recorrido medio mundo. Le encantaba la física, la astronomía, y los barcos. Lo primero que me enseñó fue cómo rotaba la Tierra alrededor del Sol. Y siempre me dejaba hacer experimentos, que normalmente ensuciaban, explotaban o quemaban. Nos divertíamos muchísimo.      Y esto enlaza con el mal, porque la verdad es que hacer explotar cosas creo que en todos provoca algún tipo de reflejo atávico, que desconozco si es m
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Comunicado de la ENTENTE

COMUNICADO DE LA ENTENTE GLOBAL DE COMERCIO      Durante años grupos rebeldes nos han culpado a los empresarios, a los políticos y a los líderes comerciales de la actual crisis global. Nos han hecho responsables de la situación usando como argumento nuestras malas prácticas, hecho que negamos categóricamente.      Tras una ardua búsqueda, hemos encontrado las pruebas que demuestran que la Doctora Donise Brett, con su inacción y con la destrucción de sus investigaciones, ha sido la única responsable de la terrible realidad en la que nos encontramos.      Un acto de rebeldía absurdo y sin fundamento que ha dejado a la humanidad sumida en el caos. Siglos de desarrollo económico global echados a perder por el capricho de una mujer que únicamente pensó en sí misma.      Desde la ENTENTE GLOBAL DE COMERCIO confiamos en que esta revelación pondrá fin a las rebeliones que se han producido en los últimos años contra los sistemas de producción energético, sus propietarios y los gobiernos que los

¿Ese?, es un cardo borriquero

Era pequeña cuando le oí a mi amama 1 referirse a alguien como cardo borriquero . Por la cara que puso al decirlo, saqué la conclusión de que debía ser alguien con pinchos, seco y feo o, lo que es lo mismo, poco agradable.      En ese momento, mis conocimientos sobre los cardos se limitaban a la cocina. Tenía la absoluta certeza de que mi amama los cocinaba como nadie (a mí no me salen tan bien), que estaban muy ricos y que daban mucho trabajo.      Esa asociación de ideas, el cardo y una persona áspera, fea y seca, me ha durado mucho tiempo, en concreto, toda mi vida hasta hace un mes.      Este verano, para descansar cuerpo y mente, elegí ir a Dublín. Me encantó la ciudad, su ambiente, la gente y la bonita costumbre de vender flores en la calle. Disfruté muchísimo viendo los distintos puestos.       En la mayoría de ellos encontré algo parecido a unas flores de un precioso color azul que me parecieron una auténtica belleza. Me llamó mucho la atención su color y su forma, muy alejada

Cualquier tiempo pasado fue peor

¿Os imagináis que podéis tener una máquina del tiempo? ¿Qué elegiríais, ir al pasado o al futuro? ¿Observar o vivir ese periodo? ¿Qué época elegiríais?      Mis respuestas serían: sí, futuro, observar, muchas. ¿Las vuestras? ¿Tenéis nostalgia de algún tiempo pasado? ¿Volveríais a la juventud o a la infancia? ¿Un viaje a alguna época anterior?      Lo cierto es que no tengo demasiada afición por el pasado, la nostalgia no va conmigo. Siempre he pensado que lo pasado ya ha ocurrido y no se puede intervenir o participar en los acontecimientos. Está determinado y, además, dependiendo de quién lo haya observado, estudiado y contado es posible que lo que se presenta tenga algún que otro sesgo. En definitiva, que no me gusta mucho.      Sin embargo, para esta entrada he hecho un viaje a épocas anteriores y he sacado una única conclusión. Permitidme que os lo cuente.      Me puse en modo radical y decidí hacer un viajecito de mil años al pasado, al año 1024, más o menos y, por supuesto, co

De negro riguroso

Vestía siempre de negro riguroso, no importaba la ocasión.      Lo habitual era que suscitara algún comentario entre quienes no la conocían y, en muchas ocasiones, había oído frases despectivas por vestir así.      Todo en su mundo era oscuro. De vez en cuando se permitía una brizna de color, quizás con un lazo naranja en las botas, un cinturón verde, pero el resto tenía que ser del más profundo negro.      Estaba convencida de que, quien posaba sus ojos por primera vez en ella, creaba una imagen equivocada de su personalidad. Tenía la certeza de que la suponían triste o, tal vez, deprimida, incluso es posible que la tomaran por una amargada.      En fin, estaba acostumbrada, nunca faltaba algún comentario. La gente quería color y la negrura de sus prendas creaba distancia y rechazo. Hay quien decía que parecía un pájaro de mal agüero o que era como una mosca en un vaso de leche, desagradable.      Nunca le había preocupado, iba como le gustaba y a nadie le tenía que importar. Ell

Fundido a negro

¡Noooooooooo! No voy a poder seguir. No sé qué ha pasado, pero siento que estoy entrando en pánico.     Nunca me había sentido así. Llevo años planeando esto y ahora no sé qué voy a hacer. Me siento sola, aislada, deprimida y al borde de un ataque de pánico.      ¿Qué hago a cinco mil kilómetros de casa en estas condiciones? No tenía que haber venido.     Lo peor es que mis contactos no se van a enterar. Nadie sabrá qué pasa y perderé todo aquello por lo que he peleado. ¿Y mi familia? La siento tan lejos.      No hay solución. No tengo ni idea de cómo resolverlo y tardaré dos días más en llegar a un lugar civilizado. Tendrá solución, pero lo que he perdido ya no volverá.      No tenía que haberlo hecho. Siempre me dicen que soy descuidada y que no me preocupo más que de tonterías y hoy, precisamente hoy, me he dado cuenta de que tienen razón.      Si hubiera prestado atención a lo que estaba haciendo, esto no habría pasado. No sé qué hacer aquí. Nadie habla mi idioma y, aunque lo

Crónicas furiosas: malas pulgas

Durante estos meses, unas cuantas personas han recibido un buen librazo en la cara o en otras partes del cuerpo, en distintas modalidades y con distintos libros, eso sí, casi todos de la biblioteca municipal. Creo que el bibliotecario sospecha algo porque desde hace tiempo cuando cojo un libro, no solo miro su sinopsis, sino que lo sopeso en la mano, compruebo su solidez y me fijo en la encuadernación, cubierta y sobrecubierta. Son alimento para mi cerebro y el arma perfecta para ‘la furia de mi niña’.      Sé que continuan los rumores sobre una mujer que golpea con un libro, pero no hay nada claro y hay muchas conciencias que callan. Hay quien sabe que soy la causante de esos golpes y calla, lo que me hace pensar que la gestión de la violencia que mi deliciosa furia hace, es correcta. Tengo la impresión de que hay quien lo sospecha y calla, supongo que le parece bien lo que hacemos y, desde luego, hay muchas personas que ni se lo imaginan.       Estos días paseando con Puky y charla

¡Buuuum!

¡Buuum! es la onomatopeya de una explosión. ¿Por qué empiezo así? Porque hoy toca pólvora y guerra. No, no me he enfadado con nadie pero me apetecía hablar de guerra y de Oriente, así que nada mejor que hablar de pólvora.  La guerra no se hace sola hay que hacerla. Necesitamos contendientes, estrategias y tecnología militar.     En nuestro imaginario colectivo la guerra esta llena de explosiones. Al hablar de ella seguro que habéis pensado en dos cosas, dinamita y pólvora. Yo me voy a quedar con la pólvora y sus origenes.      Todo el mundo parece estar de acuerdo en que el origen de la pólvora es China, desde allí pasó a Oriente Medio y llegó a Europa. De hecho, se cree que fueron los mongoles los que la dieron a conocer en Asia y que, tras su paso por Oriente Medio, llegó hasta nosotros. Vamos a seguir un poco el rastro de la pólvora desde su origen hasta su llegada a Europa. Imagen propia generada con DALL·E      No se sabe con certeza, pero aproximadamente en el siglo IX, la casua

darthscience666

May the ´Darth´ side of the Science be with you.