Ir al contenido principal

De negro riguroso

Vestía siempre de negro riguroso, no importaba la ocasión.
    Lo habitual era que suscitara algún comentario entre quienes no la conocían y, en muchas ocasiones, había oído frases despectivas por vestir así.
    Todo en su mundo era oscuro. De vez en cuando se permitía una brizna de color, quizás con un lazo naranja en las botas, un cinturón verde, pero el resto tenía que ser del más profundo negro.
    Estaba convencida de que, quien posaba sus ojos por primera vez en ella, creaba una imagen equivocada de su personalidad. Tenía la certeza de que la suponían triste o, tal vez, deprimida, incluso es posible que la tomaran por una amargada.
    En fin, estaba acostumbrada, nunca faltaba algún comentario. La gente quería color y la negrura de sus prendas creaba distancia y rechazo. Hay quien decía que parecía un pájaro de mal agüero o que era como una mosca en un vaso de leche, desagradable.
    Nunca le había preocupado, iba como le gustaba y a nadie le tenía que importar. Ella no se paraba a decirles que los colores que utilizaban eran ordinarios o que vestidas así parecían de tal o cual forma o que si iban de verde tenían personalidades difusas. No, le parecía ridículo. No creía que vestir de un color u otro forjara el carácter o que te hiciera mejor persona y, mucho menos, que te definiera.


    Un día se vistió con ropa de colores. Todas y cada una de las personas que conocía y con las que se cruzó alabaron su buen gusto al abandonar su negro riguroso. Le palmearon la espalda, le dijeron que tenía cara de felicidad, que se notaba que estaba contenta y que parecía más alegre. ¡Estaban tan equivocados!
    El negro para ella era calma, paz, felicidad, vestirse de negro le subía el ánimo, se sentía guapa, elegante. El negro era el color de su vida. En la oscuridad estaba tranquila. Le gustaban sus pensamientos más oscuros porque dominarlos le daba seguridad y fortaleza. La más espesa negrura junto con el silencio le alegraban el corazón.
    Ese día que se vistió con colores había recibido una mala noticia, su ánimo estaba por los suelos, no se sentía bien, la tristeza se había presentado y vestirse así fue su forma de indicarlo. Nadie lo entendió, creyeron que por fin había salido de la negra oscuridad cuando en realidad se estaba ahogando en un mar profundo de colores.

Microrrelato creado para la iniciativa de Divagacionistas con el tema #relatosNegro

Otros microrrelato en Divagacionistas




 


Comentarios

  1. Pues me siento muy identificada, me encanta vestir de negro como a tu personaje, al fin y al cabo, lo del significado de los colores es puro convenio, o no? Estupendo relato, Darth.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más visto

Bacalao al pilpil con fundamento…físico

Lo que más ha gustado

Bacalao al pilpil con fundamento…físico

Hoy vamos a hacer una receta de cocina, rica rica y con fundamento…físico. Vamos a hacer una receta tradicional de Bizkaia, nuestro famoso bacalao al pilpil, pero hoy los ingredientes culinarios no son lo importante. Lo relevante va a ser todo lo demás.            Para hacer un buen bacalao al pilpil hay que utilizar los siguientes ingredientes culinarios:         Con estos ricos ingredientes vamos a elaborar un buen bacalao al pilpil, es una receta sencilla pero que no se puede hacer de cualquier manera. Tenemos que conseguir una buena bacalada, que durante 48 horas pondremos a remojo, siempre en agua fría y que mantendremos en la nevera para evitar que proliferen microorganismos. Debemos cambiar el agua unas tres veces al día ya que la sal se irá disolviendo poco a poco al estar a baja temperatura (4ºC más o menos). Con el aceite elaboraremos el pilpil, donde previamente habremos frito los ajos en láminas y la guindilla al gusto. ...

Estoy mutando a vampira 🧛‍♀️

Hace años que me lo lleva advirtiendo un amigo y creo que cada vez está más cerca el día en el que me salgan colmillos y me pueda convertir en murciélago. Es broma, pero es cierto que los vampiros y yo compartimos un problema. Un problema que tiene nombre. No, no se trata del ajo. Me refiero a uno de los elementos necesarios para la vida…la luz del sol.     En mi caso es un problema de las mutaciones. Tengo las pupilas disparejas, una de ellas es 5 milímetros más grande que la otra. Normalmente no se abren y cierran cuando lo necesito sino que hacen lo que les da la gana y eso me molesta. Por otra parte, exponerme a la luz del sol me produce alergia en la piel.  Lo que os decía…que estoy mutando a vampira.      ¿Por qué me hace daño la luz con lo suave y amable que es?¿Conocéis a alguien que se haya dado un golpe con un rayo de luz? Yo tampoco. Sin embargo es mi Kriptonita.       Voy a contaros cuáles creo que son las razones. Lo primero...

May the ´Darth´ side of the Science be with you.